Weleda siempre ha sido fiel a sí misma, sus fundadores y sus valores. Como marca comercial internacional, Weleda ha trabajado a nivel social, medioambiental y económico bajo los mismos principios desde su fundación en el año 1921, con el objetivo de curar y cuidar el cuerpo. Creemos firmemente que esta coherencia es lo que marca una diferencia positiva para el mundo.
Weleda destaca por su compromiso de sostenibilidad, especialmente la preservación de la biodiversidad en la adquisición de materias primas, a través de acuerdos de comercio justo. Sin biodiversidad no existirían los productos Weleda.
Algo que nos hace únicos es el cultivo biodinámico de nuestras plantas medicinales que se remonta a los años 1920. Rudolf Steiner proponía que el suelo está “vivo” y debe mantener el equilibrio para mantener la capacidad de dar vida a las plantas. El creó la metodología de cultivo biodinámico que Weleda practica todavía y que se ha difundido por el mundo.
Únicamente los ecosistemas naturales intactos proporcionan un suelo y unas condiciones de una calidad lo suficientemente alta como para producir nuestras materias primas naturales. Por eso, más del 80% de nuestras materias primas vegetales proceden de cultivos biodinámicos o biológicos certificados o de la recolección silvestre controlada, y continuamos trabajando para incrementar este porcentaje.
Los más altos niveles de calidad y el uso meticuloso de los recursos van siempre de la mano en la fabricación de nuestros productos. Todos los productos se basan exclusivamente en sustancias naturales, evitando sistemáticamente los conservantes y colorantes artificiales.
En Weleda, nos sentimos responsables de los lugares sobre los que actuamos y de las personas que nos ayudan a dar vida a nuestros productos.
Como empresa socialmente orientada, vemos importante tratar a todos los miembros dentro de la cadena de suministro, desde trabajadores, proveedores y colaboradores, en un espíritu de colaboración, proporcionándoles seguridad, desarrollo personal y salud. Esto ayuda a garantizar unos niveles sociales mínimos, precios justos y acuerdos a largo plazo.